Énfasis en la gestión de la energía en la EquitAcción

La Psicología estudia y analiza el comportamiento, los procesos mentales, emocionales y sociales en función del área en la que se desenvuelva la persona, en nuestro caso la EquitACCIÓN. Nos interesas el énfasis en la ACCIÓN que está motivado por la importancia de la impulsión como concepto fundamental en la hípica en todas sus modalidades y disciplinas.

Acentuar la actividad, la gestión de la energía, de los ejercicios, de las tareas o faenas ecuestres, dándoles más significado y fuerza añadiendo a equitación una C asumida de la palabra ACCIÓN.

La doma sin la profunda consideración, formación y prácticas de conceptos psicológicos básicos es imposible que pueda llevarse a cabo, por mucha fuerza, dominio, rusticidad, artilugios, arneses o habilidad que pueda jinetes o amazonas en la realización de un movimiento o ejercicio.

En la propia definición de la doma se incluye la necesidad imprescindible, para su consecución, que el caballo muestre felicidad, lo que quiere decir que en su ACCIÓN ha de mostrar tranquilidad, voluntariedad, confiabilidad, entendimiento y actividad sin resistencias o tensión (Handbook Dressage, FEI).

Existe consenso internacional en que los jinetes y amazonas no solo tienen que estar preparados y entrenados psicológicamente para ejercer su oficio de domador, preparador o instructor de aficionados o jinetes en formación y de competidor, sino que, además es su obligación prepararse, sin escusas en ningún sentido, para montar para que el caballo alcance en todas las fases de su doma el equilibrio mental.

Los conceptos que se relacionan directamente con la fortaleza mental o equilibrio psicológico del caballo, podrían ser, entre otros: Disciplina positiva, sumisión, obediencia, permeabilidad, tensión-relajación, ansiedad, nerviosismo, conductas estereotipadas, resistencias, evasión de las ayudas, confianza, uso de premios y refuerzos, umbral de la atención, miedos, rigidez, bloqueos, vicios, resabios, precipitación y aceptación de la comunicación o escucha de las ayudas. Estos conceptos son fundamentales en la doma y contribuyen a la formación de un caballo bien entrenado y armonioso.

Pensar que la técnica ecuestre en el desarrollo de figuras y ejercicios o los movimientos que se valoran en una prueba deben ser la práctica exclusiva, cómo único fundamento de la equitacción a la que hay prestarle el cien por cien de la atención es un error sublime, por muy extendida que esté ésta idea y que tenga tanta consideración por parte de muchos jinetes, que únicamente realizan clinic de esta dimensión.

La acción como actividad es sinónima a impulsión como concepto en la equitación, donde es fundamental, como generador de energía de atrás hacia adelante. La escala de entrenamiento determina la impulsión o actividad esencial en todos los aires como tendencia o deseo de avanzar y según el ejercicio mostrando energía, vigor, vivacidad y expresión.

En la equitación, la acción y la impulsión son conceptos fundamentales que se refieren a la manera en que el caballo se mueve y avanza. La impulsión es esencial para lograr un rendimiento equino eficiente y armónico. En este contexto, la acción se vincula con la manera en que el jinete guía al caballo para lograr la mejor respuesta y aprovechamiento de la energía generada desde la parte posterior del animal hacia adelante.

La impulsión es el fundamento de la actividad ecuestre, junto con la cadencia, la reunión, equilibrio, suspensión, fluidez, rectitud, expresión y redondez.

En resumen, la acción en la equitación implica la correcta dirección y gestión de la energía generada por el caballo, con el jinete desempeñando un papel clave en la canalización de esta energía para lograr un rendimiento armonioso y eficiente.

La acción en la vida se refiere a la toma de medidas concretas y decisiones que afectan directamente a la forma en que una persona vive y experimenta su existencia. Implica pasar de la contemplación o la planificación y a la implementación activa de cambios o logros en diversos aspectos de la vida, como la carrera profesional, las relaciones, la salud, o el desarrollo personal.

La acción en la vida puede incluir:

  1. Metas y Objetivos: Establecer metas claras y trabajar hacia ellas de
    manera constante.
  2. Toma de Decisiones: Hacer elecciones conscientes que influyan en
    el rumbo de la vida.
  3. Aprendizaje y Desarrollo Personal: Buscar continuamente nuevas
    experiencias y conocimientos.
  4. Relaciones Interpersonales: Mantener relaciones saludables y
    constructivas.
  5. Cuidado de la Salud: Adoptar hábitos que promuevan el bienestar
    físico y mental.
  6. Contribución a la Comunidad: Participar en actividades que
    beneficien a otros y a la sociedad en general.

La acción vital es esencial para el crecimiento personal y el logro de la satisfacción. Puede implicar superar obstáculos, enfrentar desafíos y aprender de las experiencias. La toma de acción no solo conduce al progreso individual, sino que también puede tener un impacto positivo en el entorno circundante.

Cada persona tiene su propio camino y definición de lo que significa tomar acción en la vida, ya que las prioridades y valores individuales varían. Sin embargo, la idea general es que la vida activa y comprometida tiende a ser más satisfactoria y significativa.